Picaresca per no perdre punts als radars

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Picaresca per no perdre punts als radars

Entrada Autor: Steelman » dl. maig 28, 2007 9:02 am

http://www.diariovasco.com/prensa/20070 ... 70526.html

Un vacío legal permite a los conductores evitar la pérdida de puntos por multas de radar
Los multados recurren la sanción alegando que no iban al volante y no identifican al infractor. Sólo se les puede imponer una multa como titulares
J. MUÑOZ/

Dos camiones pasan por debajo de un poste de señalización con varios radares fijos en un tramo de la autopista A-8. [AYGÜES]

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Una sentencia puede evitar las triquiñuelas


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SAN SEBASTIÁN. DV. El nuevo carné de conducir, que entró en vigor en julio de 2006, tiene un resquicio legal que está siendo aprovechado por muchos conductores para no perder puntos cuando les caza el radar. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha reconocido a este periódico que, cuando la notificación les llega a casa, esos automovilistas alegan que no iban al volante, pero no identifican al infractor. Si prospera su recurso, no pierden el permiso ni los puntos, pues la normativa sólo prevé una multa pecuniaria para el dueño del vehículo.

Esa sanción económica no puede exceder de 1.500 euros, aunque en la práctica, la DGT aplica el doble de la multa que corresponde al exceso de velocidad. El Gobierno Vasco impone actualmente 400 euros, 800 ó 1.200, según la gravedad del caso. A esas cantidades se les puede descontar el 30% por pronto pago. «Una multa de la DGT de 380 euros por ir a 200 kilómetros por hora, con un mes de suspensión del carné y la pérdida de seis puntos, se transforma en otra sanción de 760 euros que no resta puntos ni quita el permiso. Y con la rebaja, puede quedar en 530 euros», resume Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA).

Aunque la nueva legislación de Tráfico pretende erradicar al automovilista temerario, los expertos advierten de que los malos hábitos perdurarán en la carretera si no hay más agentes que notifiquen en el acto las infracciones detectadas por el radar, pues la comunicación por correo hace posible la picaresca de ser sancionado como titular del coche, pero no como conductor negligente. «La normativa beneficia a quienes estén dispuestos a pagar por infringir el Código de la Circulación. Se legaliza la impunidad», dice Mario Arnaldo.

Ahora mismo, la mayoría de los excesos de velocidad se notifican al infractor al cabo de varios meses. Los especialistas en seguridad vial se quejan de que tal retraso reduce el efecto educativo de la pérdida de puntos, pues el afectado ni siquiera recuerda dónde rebasó el límite, y la demora del castigo sólo le produce irritación. Por otra parte, los radares identifican la matrícula del coche y no al conductor, de modo que, cuando recibe la denuncia, éste puede intentar eludirla alegando que no llevaba el volante.

Así ocurría con el anterior permiso de conducir y así ocurre con el actual. Como los expedientes administrativos carecen de rostro, algunos automovilistas pagan a otros ciudadanos para que se responsabilicen de sus excesos y pierdan los puntos por ellos. Esa práctica también es frecuente entre los miembros más solidarios de una misma familia. «Dentro de unos años, cuando se revisen las estadísticas, los especialistas descubrirán, sorprendidos, que España tenía las abuelas más veloces de toda Europa», ironizan en el Real Automóvil Club Vasco Navarro (RACVN).

Evitar el fraude

Pero el mercadeo de puntos, un negocio que ha florecido en los últimos meses, no es el único subterfugio que permite la legislación de Seguridad Vial. Algunas personas aseguran al ser denunciadas que el infractor reside fuera de España y es ilocalizable. En realidad, les bastaría con no revelar quién conducía el vehículo y resultar convincentes. Esta última fórmula se ha utilizado siempre, especialmente, cuando el coche detectado por el radar pertenecía a una empresa. La entidad pagaba la multa estipulada para el propietario del automóvil, y el empleado conservaba el permiso.

Las reformas legales introducidas el año pasado perseguían, precisamente, evitar que ese fraude se multiplicara con el nuevo carné de puntos. La Dirección General de Tráfico (DGT) anunció que si el dueño de un vehículo se resistía en el futuro a identificar al infractor lo consideraría una falta 'muy grave' y le castigaría con más severidad. Ciertamente, el individuo que incurra en ese supuesto se arriesga a pagar ahora entre 301 y 1.500 euros. Pero el efecto intimidatorio de esa medida pecuniaria no es el que cabría esperar, porque las autoridades continúan sin retirar el carné a la persona multada y no le restan puntos.

Amparo López, abogada del RACVN, explica que la Administración no ha podido ir más allá de la multa porque el conductor que se niega a realizar la identificación sólo puede ser sancionado «como propietario del vehículo», pero no por la conducta irregular fotografiada por el radar. Ese matiz legal pone de manifiesto que cualquier iniciativa para combatir a los automovilistas temerarios -como acusarles de un delito cuando circulen a más de 190 kilómetros por hora- será un fracaso si pueden eludir su responsabilidad al haber sido pillados por un radar fijo y logran salir del apuro sólo con una sanción pecuniaria.

Mario Arnaldo opina que la cuantía de las multas, los tramos en que están escalonadas y el descuento por pronto pago -que ha pasado del 20% al 30%- dejan entrever un afán «recaudatorio» de las administraciones. A su juicio, la idea de pagar una suma de dinero por correr en la carretera, pero conservando el permiso y los puntos, puede resultar atractiva a muchos conductores.
Ex ...moltes coses

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