Al mateix temps que tot arriba, i ja queda molt lluny aquell dia de 2008 on vam plantejar anar fins al Japó, tot s'acaba sabent... i gairebé tots ereu coneixedors, però per una cosa o per l'altra no ho havia posat al fòrum.
En definitiva, que marxem a Japó amb les nostres pròpies motos, sortirem de casa, i després de creuar tota Europa, Russia, Mongòlia, Corea del Sur, i gran part de Japó... arribarem 50 dies després a Tokyo, la capital del pais del Sol Naixent, i alhora la capital de l'antiga Cipango, nom amb el qual es coneixia a Japó durant l'Edat Mitjana.
Hi anem el Cuco i jo. A ell el coneixereu d'un dels seus grans viatges (http://cucodesafio08.blogspot.com), i a mi d'estar de tant en tant donant pel sac a Mototurisme, ja des de 2005... què lluny també!
O sigui que, dijous 8 de juliol sortim amb destí Tokyo, per arribar-hi el 20 d'agost... on deixarem les motos ves a saber on, per a que tornin amb vaixell... i nosaltres per una altra via!
LA RUTA (aproximada)Hubo un tiempo en que el Mundo no era global, y los mapas se trazaban a medida que las tierras eran descubiertas y conquistadas. Y visto desde ésta península occidental del continente Europeo, llegamos apenas a imaginar la extensión de los imperios intercontinentales que nos incluyeron, y entre ellos el vasto Imperio Romano, o mucho más tarde el Islámico. Pero incluso desplazándonos hacia el Este, en otros grandes imperios como el Griego de Alejandro Magno, el Persa de Jerjes, el Bizantino de Justiniano, o el Huno de Atila, sus límites orientales no abarcaron nunca el Lejano Oriente.
Existió no obstante ya en Asia un gran imperio que conquistó desde Europa Oriental, hasta el Océano Pacífico, desde Siberia hasta Mesopotamia, India y la indochina, que fue conocido como el Imperio Mongol del Gran Gengis Kan y sus descendientes. Y no obstante la inmensidad y riqueza innegable que abarcaban sus dominios, y que incluían la totalidad de la llamada Ruta de la Seda, cuando el viajero veneciano Marco Polo por fin llegó a presencia de Kublai Kan, no pudo por menos que escuchar asombrado las leyendas mongolas sobre las enormes e incomparables riquezas en oro de una tierra al Este, más allá del mar, justo allí donde nace el sol, en la tierra de CIPANGO.
Por dos veces intentaron los mongoles invadir aquellas tierras, y por dos veces fueron derrotados inexplicablemente vista la desmesura de las fuerzas. La segunda de las derrotas, por más señas, fue causada por el tifón “Viento Divino” (Kamikaze), que arrasó la flota mongola de Kublai Kan, lo cual fue interpretado como una señal para todos de que aquella tierra de CIPANGO había sido escogida por los dioses que cuidarían de su seguridad y supervivencia.
Otro gran viajero posterior, el propio Cristóbal Colón, emprendió ruta hacia Asia en busca de las riquezas, no sólo de las Indias y de Catay (China), sino sobre todo del oro de Cipango, la isla de los tesoros, con el diario de Marco Polo que así la nombraba como libro de cabecera en su equipaje. Mucho antes no obstante de llegar a Asia, el enorme continente Americano se cruzó en su camino …
Sabemos pues que ni el Gran Kan mongol ni el infatigable Marco Polo, y mucho menos el osado Cristóbal Colón, no llegaron nunca a vislumbrar CIPANGO, y sólo supieron de oídas de su belleza sin igual y sus incontables riquezas.
Conscientes de todo ello, y llegados pues a éste punto, nuestra modesta expedición tiene no obstante el ambicioso propósito de llegar más allá de los límites del Imperio Romano, y del Bizantino, y del Huno, y del Griego, y del Persa. Más allá también de las huellas de Marco Polo, y por fin más allá incluso de las fronteras del Imperio Mongol del Gran Kan, para, arribados al Mar del Este, atravesarlo también y llegar hasta CIPANGO, lo que hoy conocemos como Japón, el país del sol naciente, y encontrarnos finalmente con las costas asiáticas del Océano Pacífico al que nunca llegaron las propias naves de Cristóbal Colón.
El dato es escalofriante, pues en toda la historia de la Humanidad nadie ha sido capaz de abarcar la totalidad de las tierras por las que pretendemos viajar, y ello tiene una consecuencia inmediata en la diversidad de culturas, de lenguas, de costumbres, de maneras de vivir o de pensar absolutamente variadas y a veces diametralmente opuestas que nos esperan a lo largo de la apasionante ruta transcontinental. Más allá de la helenización o la romanización homogeneizadoras, los pueblos que encontraremos a nuestro paso habrán forjado su carácter de otra forma, a partir probablemente de su relación con la tierra y el medio que los rodea. Hablarán diferente, comerán diferente, y se comportarán diferentemente, de tal modo que en ocasiones ni siquiera lograremos entender el porqué, pero serán sin duda iguales a nosotros cuanto a sus inquietudes o miedos y cuanto a sus deseos e ilusiones.
Procuraremos superar la burocracia bielorusa, capear con la especial idiosincracia rusa, no perecer en los más de mil quilómetros de pistas de arena y barro en la soledad de las estepas mongolas, sorprendernos del exotismo coreano, y al final disfrutar merecidamente de la belleza y la tranquilidad Zen en el Japón.
Intentaremos observarlo todo con los ojos abiertos y curiosos de un niño, absorber hasta la última gota de las experiencias que el camino nos depare, y ser fieles en suma al espíritu de aventura que nos motiva. Y si al fin los astros son propicios, y la ruta nos lleva a buen puerto, procuraremos transmitir los conocimientos que el propio camino nos haya revelado. Más si así no fuere, y no estuviera escrito en nuestro destino el lograrlo, tened por seguro que habrá valido sin duda la pena intentarlo...
La ruta serà França, Alemanya (Berlin), Polònia (Varsòvia), Bielorussia (Minsk), Russia (Moscú, Kazan, Ufa, Chelyabinsk, Omsk, Barnaul, etc.), Mongòlia (fins a Ulaanbaatar), Russia de nou (Ulan Ude, Chita, Mogocha, Khabarovsk, Vladivostok), Corea del Sur (Sokcho, Seoul, Pusan) i Japó (Shimonoseki, Hiroshima, Osaka, Kyoto, Fujiyama i Tokyo)

LA MOTO
Per raons varies he decidit deixar la Varadero a casa, entre el pes, l'excès de potència quan no és necessari, l'import del Carnet de Passage, i la pèrdua econòmica en cas de complicacions, m'han fet pendre la decisió de comprar-me una Tenere del 92, la qual vau poder veure durant la ruta de Mototurisme a Vielha.

Bé, i fins aquí la informació d'avui... demà ja en posaré més.... i sempre que puguem uns anirem informant de l'evolució del viatge!
Fins aviat!