Las cuatro grandes marcas niponas (Yamaha, Honda, Suzuki y Kawasaki) no han escatimado en esfuerzos para mostrar las líneas de cómo será la moto del futuro. Yamaha ha sido la más trabajadora, con la presentación de hasta doce novedades, entre las que destaca Tesseract, un modelo de cuatro ruedas que llega para competir con la MP3 de Piaggio. Una de las particularidades de este modelo es su propulsor híbrido.
La curiosidad de la marca de los diapasones en Tokio es la presentación de uno de los modelos más esperados de la marca, la V-Max, pero tallada en un bloque de aluminio con elementos reales de la moto.
Honda apuesta por la versión definitiva de la DN-01 que por fin aterrizará en los concesionarios a partir del año que viene. La EVO-6 es la estrella de la firma nipona, un concept que ya se ha visto en otros salones como el de París.
Lo retro está de moda para Honda, ya que un buen número de presentaciones giran en torno a este concepto como la CB 1100 F, CB 400 SF o la CB 223 S.
La nota de color la ha puesto Suzuki que, en un verdadero ejercicio de estilo e innovación, ha presentado su nuevo, y largísimo escúter, denominado Gemma. Este modelo recuerda a las motos que utilizaban en la película Akira, uno de los clásicos del manga, ambientada en el año 2019. La firma nipona apuesta también por Biplane y Stratosphere, que ya fueron poresentados en el Salón de París.
Por último, Kawasaki ha sido la más clásica, ya que no ha presentado grandes excentricidades y ha apostado por una línea más continuista, con sus dos modelos trail de 250 cc, la D-Tracker X y la KLX 250 R.
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